Él fabricaba ventanas. Decenas de ventanas. Pero nunca se asomó a ninguna.
Ella escribía cuentos. Decenas de cuentos. Pero nunca se atrevió a contar.
Dicen que una vez él se asomó para verla. Pero ella siempre creyó que era un cuento.
Dicen que una vez ella quiso contarle algo. Pero él estaba asomado a la ventana.
(Elena Martínez Martínez)